Por: Azael Carvajal
azcarma@yahoo.com

En este mes de agosto de 2014, el periódico El Gran Precursor, de nuestra patria chica: Nariño, llegó a la edición número 100. Aparentemente es un dato más, si uno no se detiene a pensar en lo que ha sido el conjunto de actividades, algunas positivas y muchas, la mayoría de ellas, absurdas, pero vencidas para alcanzar tal acontecimiento. Y, sobre todo, reflexionar acerca de lo que significa la constancia, la abnegación y hasta de la porfía y tozudez de quien funge como Director, porque cada edición es un esfuerzo, que empieza en él, sigue en él y termina en él. Sin embargo, no es una actitud autoritaria. La explicación es muy sencilla: por no contar con un equipo permanente de personas, vinculadas, sobre todo, afectivamente a una causa que todos alaban y reconocen, pero que pocos se comprometen a brindar el apoyo que merece y necesita.

Lo esencial, no obstante, sin ignorar las situaciones negativas, consiste en que todos estamos convocados a celebrar con especial regocijo y satisfacción, este acontecimiento que, desde ahora, es parte de la historia de Nariño y de municipios vecinos, tanto del departamento de Antioquia, como del departamento de Caldas. Porque esa cercanía nos llama a trabajar en forma integrada por proyectos que a todos beneficie.

Igualmente, este periódico, como medio de comunicación impreso que documenta para la posteridad, todos los días adquiere más compromisos con las comunidades de estas localidades, porque ellas esperan cada mes, la edición correspondiente, para enterarse del acontecer de sus regiones y de las columnas de opinión, siempre con contenidos de trascendencia para los lectores.

Y otros compromisos tienen que ver con investigar sobre los planes de acción de las autoridades, y acerca de los actos para su ejecución. Porque la administración pública, en todo el país, es la institución que más noticias genera. Y de ellas, se deben dar a conocer las que tengan mayor relación con el bienestar común, y en el aspecto económico, ser vigilantes de los gastos en la realización de los proyectos. Puede decirse que ese tipo de información, la debería suministrar, de oficio, la autoridad para rendir cuentas claras a los gobernados. Pero como no siempre ocurre tal conducta, le corresponde al periodista local, hacer bien la tarea de acudir a las fuentes y solicitar los datos que requiera para su trabajo. En ese sentido, debe conocer bien las leyes sobre acceso a la información y a los documentos públicos.

Por consiguiente, la edición número 100 de El Gran Precursor se festeja, renovando los compromisos sociales, culturales, políticos y sociales con la comunidad, y a la vez, que ella, se acerque más al medio de comunicación, para establecer una relación permanente que siempre será de beneficio para ambas partes.

Y no pueden faltar las palabras finales para el Director, periodista JOSÉ GOLIATH PÉREZ PULGARÍN, a quien hicimos referencia en los primeros párrafos, como el líder de una obra que está llamada a permanecer entre nosotros, y a cumplir muchos años de vida, con la convicción de que cada día, su trabajo será un aporte invaluable para los lectores.