Por: Luis Pérez Gutiérrez
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Dialogar con el Dr. Guillermo era un privilegio para el espíritu. Todo tema que discutía lo hacía con una severidad académica espléndida y envidiable. Nunca faltaba en sus conversaciones alguna idea novedosa que impactaba Por su ilustración exquisita, no era fácil concluir si era ingeniero o jurista u hombre privilegiado de letras. Los editoriales para El Mundo eran apetecidos por Presidentes de la Republica, Ministros y Empresarios. Su pensamiento siempre fue global y de largo plazo. Pocos colombianos con la ilustración, la inteligencia y la personalidad destacada del Dr. Guillermo.
Sabía de la topografía antioqueña como si fuese una enciclopedia. No he conocido a nadie que al hablar, pudiese reproducir nuestro territorio con tanto detalle técnico y con tanta precisión topológica, como el Dr. Guillermo. Opinaba con una profundidad de erudito sobre el sistema vial de Colombia. Cuando nadie hablaba del Túnel de Occidente, él ya lo tenía trazado en su mente. Cuando a nadie se le ocurría el Túnel de Boquerón del Toyo, él ya sabía dónde debería empezar y dónde terminar. Hoy son obras revolucionarias que salieron primero de su imaginación. La Hidroeléctrica La Herradura y la Vuelta en Frontino la construyó EPM con aportes y lineamientos de Don Guillermo. Y así, fueron múltiples las obras que nacieron de su ilustrado pensamiento.
Guardo en mi corazón como un tesoro, el alto privilegio de haber gozado de su amistad y sus enseñanzas. Cada conversación con él era departir con un gran maestro. Transparente y firme para defender los intereses públicos y sus ideales. Logró esa sinergia escasa entre justicia y sabiduría. No le tembló la mano para denunciar si había oscuridad en lo público o para aplaudir si había éxito y transparencia. Fue particularmente crítico con la falta de transparencia en la contratación del Metro de Medellín. En un almuerzo con Belisario Betancur, sentí más orgullo de amigo cuando el Ex Presidente decía: “Guillermo hasta me insulta en sus editoriales, pero lo conozco desde la Universidad y no creo que haya un colombiano más inteligente que Guillermo Gaviria Echeverri…”
Como empresario, el Dr. Guillermo fue muy exitoso y dejó legados empresariales sin antecedentes partiendo de cero.
Pero No todo fue color de rosa para Don Guillermo. Su familia es quizás una de las victimas más afectadas por las Guerrillas. Su hijo amado, ese otro inolvidable Gobernador Guillermo Gaviria Correa, fue asesinado por las Farc. Su encantadora esposa y fina dama, Doña Adela, fue secuestrada varios meses por la guerrilla. En ambos casos se observa que la guerriética, o ética de la guerrilla, no existe: Guillermo hijo, adalid de la noviolencia, lo asesinan por hablar de paz; y a Doña Adela mujer fina, valiente, servicial, cívica, la secuestran. Sus empresas agrícolas y mineras se vieron afectadas por extorsiones y amenazas permanentes de la guerrilla, pero nunca se detuvo y fue exitoso en todas. Llevó su dolor con altivez y dignidad ejemplares. La opinión de sus hijos Gaviria Correa en este proceso de Paz debe ser sin duda una luz para las víctimas de Colombia.
En esta era del vacío; en estos tiempos donde gran parte de los dirigentes dejan como legado solo engañosos slogans; en estas épocas donde los dirigentes viven de glorias prestadas; reconforta tener hombres como el Dr. Guillermo Gaviria Echeverri que deja un legado propio y legítimo que brillará más cada día que pase.
Como los hombres grandes, el Dr. Guillermo era un líder de pasiones por lo que emprendía. Defendía a muerte sus ideas, sus ideales. Vivió muy poco para lo mucho que su pensamiento quería hacer.
Se fue Don Guillermo. Fue un hombre original. Fue un ejemplo viviente. Encontraba más retos en la ilustración que en la riqueza. Fue un Maestro y como todos los buenos maestros, Don Guillermo es inolvidable.