Por Luis Pérez Gutiérrez
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Nada más importante para el progreso de una nación que tener partidos políticos fuertes. La Democracia es vigorosa solo si los partidos son bien valorados por la ciudadanía y si interpretan las aspiraciones ciudadanas. La participación política en una sociedad será potente si los partidos están cerca a la gente.
Invamer- Gallup viene haciendo estudios de opinión desde hace más de 20 años. Cada vez que presentan una investigación de opinión pública, algunos de los resultados en silencio quedan en el closet. Uno de esos, es la relación entre el ciudadano y los partidos políticos que señalan que la democracia colombiana está en agonía.
A la pregunta, Tiene usted opinión favorable o desfavorable de los partidos políticos? En 2013, El 72% de los colombianos tiene opinión desfavorable de los partidos políticos y solo el 21 favorable. En 2008, la opinión desfavorable de los partidos políticos era del 44% y la positiva del 41%. La buena imagen de los partidos viene en picada.
De otro lado, El Congreso de la República representa la clase política. A la pregunta: Tiene usted imagen favorable o desfavorable del Congreso. En 2013, El 71% de los colombianos tiene imagen negativa o desfavorable, lo cual es una puñalada política a los partidos. Solo el 24% tiene opinión favorable. Pero el asunto es preocupante porque año tras año la imagen del Congreso viene en caída. En 2010, la imagen negativa era del 45% y la positiva del 44%. Ni al gobierno ni a la sociedad ni a los partidos políticos les conviene que la institución que nos hace las leyes y construye país tenga esa imagen social tan deteriorada. Rehacer la imagen del Congreso es vital para que haya confianza en el país.
Y el punto más interesante es a qué partido político pertenecen los colombianos. La respuesta sacude: El 71% de los colombianos aseguran que no pertenecen a ningún partido. El 71% no se sienten representados en ningún partido político. Los partidos están lejos de la gente. Solo el 27% de los colombianos se sienten identificados con algún Partido.
A 2013, El partido más representativo es el Liberal con el 13%. Pero tuvo épocas mejores. En 1994, el 39% de los colombianos se sentían Liberales. En el año 2000, bajó al 23%. Y así siguió decreciendo al 13% de hoy.
El 4% de los colombianos se sienten conservadores a 2013. En 1994 era el 14%.
Solo el 4% de los colombianos se identifican como del partido de la U, el Partido del Presidente Santos. Cuando existían buenas relaciones entre Uribe y Santos, la U llegó a tener el 14% de los colombianos. Que solo el 4% de los colombianos se consideren parte del Partido que maneja la Presidencia es un mensaje de agonía.
El Polo representa al 2% de los colombianos. Cambio Radical el 2%. Los verdes el 1%. Y otros partidos, el 1%.
Que el 71% de los colombianos no se reconozca en ningún partido político es un mensaje de urgencia para una democracia débil que cualquier turbulencia la puede arrastrar al abismo. La Unidad Nacional solo representa al 23% de Colombia.
Inexplicablemente pasa inadvertida la enfermiza distancia entre ciudadanos y partidos políticos. El panorama es desolador. Como los partidos se embelesan repartiendo entre ellos el poder público, han ido olvidando el principio vital de la política que es estar cerca a la gente. Los resultados son desgarradores. Ocultar un mal es acelerar la enfermedad.
Por esta lejanía de los ciudadanos, los Partidos han perdido su vocación de poder, que es perder la esencia de la política. En el tema presidencial, los Partidos no tienen Candidatos propios y tratan de juntarse con otros para sobrevivir. El miedo a la derrota es más fuerte que la defensa de los ideales. Pareciera que los Partidos Políticos no buscan salvar a Colombia, buscan es salvarse ellos mismos, sobrevivir a cualquier precio.
Cuando la democracia está fundada en Partidos Políticos débiles cualquier cosa puede pasar, en estas elecciones o en las futuras. Un Caudillismo inesperado, o un candidato por fuera de los Partidos podrían crecerse en poco tiempo y dar una voltereta al País.. Y, ojo, se nota desprecio e indiferencia por el Voto en Blanco, pero es un error grave subestimarlo. El voto en Blanco es decisorio, y es una alternativa contemporánea, de moda, que puede descuadernar el estilo de gobierno tradicional. Hoy sin que nadie lo apoye, casi el 30% de la intención de voto para Presidente es BLANCO, supera a todos los candidatos. Si lo dejan tomar fuerza se volvería incontenible. Qué pasa en el país si en la Primera vuelta de las elecciones presidenciales gana VOTO en Blanco. Qué pasa en la segunda vuelta si Voto en Blanco queda de segundo en la primera vuelta. Buenos puntos de reflexión.
Es hora de renovar los partidos políticos o atenerse a sorpresas electorales que romperían el molde político de Colombia.